La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica e incapacitarte que se caracteriza por una concentración de glucosa sanguínea elevada. La diabetes altera el metabolismo de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas.
Una vez digeridos los hidratos de carbono, se convierten en glucosa y proporcionan los nutrientes necesarios para el cuerpo. Mediante una liberación cuidadosa de insulina, el cuerpo es capaz de controlar cómo y cuándo se metabolizan. El páncreas es el encargado de liberar de forma continua insulina en cantidades que cambian según las necesidades del cuerpo.
Clasificación:
- Diabetes Mellitus tipo I (DMI) (insulinodependiente): aparece durante la infancia o inicio de la fase adulta, diagnosticándose sobre todo antes de los 30 años. Los sujetos que padecen este tipo de diabetes no producen insulina (insulinmopénico), por lo que el tratamiento con insulina es esencial para evitar una deshidratación y cetoacidosis intensas y rápidas y la muerte. Cuando se diagnostica, los pacientes suelen estar delgados, experimentando recientemente pérdida de peso, sed excesiva (polidipsia), micciones frecuentes (poliuria) y necesidad excesiva de comer (polifagia).
- Diabetes Mellitus tipo II (DMII) (no insulinodependiente): los sujetos suelen empezar a padecer esta enfermedad pasados los 40 años y no tienden cetoacidosis a no ser que sufra un estrés intenso. La diabetes tipo 2 representa un 80%-90% de todos los pacientes diabéticos.
Cuando la diabetes se diagnostica por primera vez no suelen estar presentes los síntomas clásicos. Aunque la sintomatología de éste tipo de diabetes es menos obvia, ésta está acompañada de complicaciones vasculares y neuropáticas.
En las personas con diabetes tipo II las concentraciones de insulina pueden ser normales, reducidas o elevadas. Estas personas no son absolutamente dependientes de la insulina exógena para su supervivencia, aunque se emplea a menudo para reducir las concentraciones sanguíneas de glucosa.
- Otros tipos de Diabetes Mellitus (secundaria): ocurre cuando aparece como complicación de otras enfermedades. Las causas son por trastornos pancreáticos y por trastornos hormonales. El tratamiento de estos trastornos puede aminorar la diabetes. No obstante, no puede revertirse la enfermedad subyacente, y el tratamiento es similar al de la diabetes utilizando la dieta, el ejercicio y los fármacos.
- Intolerancia a la glucosa: este término se utiliza para describir concentraciones de glucosa en ayunas entre 140 y 200 mg/dl.
- Diabetes Mellitus Gestacional (DMG): la diabetes gestacional se aplica solo a las mujeres que sufren intolerancia a la glucosa o ésta se descubre durante el embarazo en un porcentaje de 1% a 14%, y casi siempre debuta entre las semanas 24 y 28 del embarazo. Tras el embarazo, la clasificación diagnostica puede cambiar a insulinodependiente o intolerancia a la glucosa. Las mujeres cuya diabetes antecede al embarazo no deben incluirse en esta clasificación. Las mujeres con intolerancia a la glucosa tienen un mayor riesgo futuro de progresión a DMII o raramente a DMI.
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